Por no contar con su autorización para mencionarlo por el sobrenombre con el que era y es conocido en oscuras calles y estrechos callejones de Culhuacán, aunque si como se le llegó a conocer en los foros de Sportsnet, “El Coach Perro”, me toca hacer algunos comentarios sobre el Coach Adrian Arroyo, de quien abordaré el tema de su lado humano, como a muchos se los he dicho, poco o nada sé de aspectos técnicos por lo que no tocaré el tema, ahora soy yo quien se remonta al mes de enero del multimencionado ’99, cuando a una o dos semanas de llegar con el güere al club, se me empezó a hacer familiar esa figura que llegaba acompañando a la Head Coach Marcela y con su chavito, el afamado Moroso, voz media ronca que se alcanzaba a escuchar en todo el campo, cuate liviano en su sangre, de fácil forma para hacer sentir a uno a gusto compartiendo con él.
Si ahora al paso del tiempo, alguien preguntara cual fue el motivo o la persona que propició la camadería y amistad que unió a los primeros participantes en los Ardillas 99, sin duda alguna yo señalaría a Adrian como el factor de cohesión que, en lo que respecta a algunas de esas familias, nos llevó a mantener nuestra amistad aun hasta estas fechas, porque han de saber que hace unos años no había temporada o fin de año en que no nos reuniéramos en casa de cualquiera a pesar de que unos jugaban en Gamos o mi caso que venía de Pumas y obvio los que aún están en Cherokees, pero siempre cuando queremos encontrarnos con los amigos, lo único que hay que hacer es avisarle a Adrian y él se encargará de armar el cotorreo.
En las semblanzas que hasta ahora ha elaborado, lo primero que notamos es el enorme cariño que les tiene a nuestros hijos, (será seguidor de Michael Jackson?), se nota en su forma de expresarse, en su emoción al elaborarlas, es más, le debo de agradecer que de él haya surgido la idea de realizar este trabajo al cual se ha dedicado un buen tiempo. Con ese cariño (que al principio no entendí), se convirtió en el asignador oficial de motes o apodos de todos y cada uno de los niños que han pasado por sus manos, y hasta de uno que otro papà, cuántos de los jugadores de Cherokees, de cualquier categoría infantil actual y que haya participado en Baby, no lleva un apodo puesto por Adrian?.
Como motivador de los chavos no tiene comparación, aún recuerdo una vez en un entrenamiento tenía a su defensa en círculo dentro del campo y en eso sobrevoló un helicóptero y al unísono, todos, incluido él, se tiraron de espaldas o cuando les hacía bailar el “Follow the leader” o el “líder uno”, incluso en las fiestas a los papás nos hacía bailar aquella de “Suavemente” y muchas más, sin temor a equivocarme, puedo asegurar que mucho del cariño que la generación de las Bestias le tomó al Futbol Americano y a los colores tabaco y oro, se debió en gran parte a esa forma tan divertida que Adrian tuvo de introducirlos en este deporte, con las medidas de disciplina necesarias, pero con el toque de diversión que correspondía a su edad, imagino que lo mismo ocurrió con sus generaciones posteriores.
Quien con unos años en el Club, no recuerda al "apache recargado" de los rabbits 2003, contoneándose en la tribuna y al final desliándose al campo por el asta bandera para dirigir las porras?.
Gracias Adrían por este, tu proyecto, por los conceptos que viertes de nuestros hijos, pero en lo personal, gracias por dejarme llamar, tu amigo.
Si ahora al paso del tiempo, alguien preguntara cual fue el motivo o la persona que propició la camadería y amistad que unió a los primeros participantes en los Ardillas 99, sin duda alguna yo señalaría a Adrian como el factor de cohesión que, en lo que respecta a algunas de esas familias, nos llevó a mantener nuestra amistad aun hasta estas fechas, porque han de saber que hace unos años no había temporada o fin de año en que no nos reuniéramos en casa de cualquiera a pesar de que unos jugaban en Gamos o mi caso que venía de Pumas y obvio los que aún están en Cherokees, pero siempre cuando queremos encontrarnos con los amigos, lo único que hay que hacer es avisarle a Adrian y él se encargará de armar el cotorreo.
En las semblanzas que hasta ahora ha elaborado, lo primero que notamos es el enorme cariño que les tiene a nuestros hijos, (será seguidor de Michael Jackson?), se nota en su forma de expresarse, en su emoción al elaborarlas, es más, le debo de agradecer que de él haya surgido la idea de realizar este trabajo al cual se ha dedicado un buen tiempo. Con ese cariño (que al principio no entendí), se convirtió en el asignador oficial de motes o apodos de todos y cada uno de los niños que han pasado por sus manos, y hasta de uno que otro papà, cuántos de los jugadores de Cherokees, de cualquier categoría infantil actual y que haya participado en Baby, no lleva un apodo puesto por Adrian?.
Como motivador de los chavos no tiene comparación, aún recuerdo una vez en un entrenamiento tenía a su defensa en círculo dentro del campo y en eso sobrevoló un helicóptero y al unísono, todos, incluido él, se tiraron de espaldas o cuando les hacía bailar el “Follow the leader” o el “líder uno”, incluso en las fiestas a los papás nos hacía bailar aquella de “Suavemente” y muchas más, sin temor a equivocarme, puedo asegurar que mucho del cariño que la generación de las Bestias le tomó al Futbol Americano y a los colores tabaco y oro, se debió en gran parte a esa forma tan divertida que Adrian tuvo de introducirlos en este deporte, con las medidas de disciplina necesarias, pero con el toque de diversión que correspondía a su edad, imagino que lo mismo ocurrió con sus generaciones posteriores.
Quien con unos años en el Club, no recuerda al "apache recargado" de los rabbits 2003, contoneándose en la tribuna y al final desliándose al campo por el asta bandera para dirigir las porras?.
Gracias Adrían por este, tu proyecto, por los conceptos que viertes de nuestros hijos, pero en lo personal, gracias por dejarme llamar, tu amigo.























